El diseño original de Dios
Matrimonio entre hombre y Mujer
"El diseño original de Dios para la sexualidad y la familia es fundamental para entender la moralidad sexual según la Biblia. Este principio está claramente establecido desde la creación misma y es el fundamento de todos los demás mandamientos relacionados con la sexualidad. Desde el principio, Dios establece el estándar para la sexualidad y las relaciones humanas. El diseño divino es un matrimonio monógamo entre un hombre y una mujer, en el contexto de una relación comprometida y permanente. Esto se ve claramente en los primeros capítulos de la Biblia: Génesis 1:27-28 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla. Aquí, Dios define la unión de hombre y mujer como la base de la humanidad y de la procreación. Génesis 2:24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Este versículo establece el fundamento del matrimonio: la unión de un hombre y una mujer en una relación exclusiva, emocional, espiritual y física. El matrimonio es presentado como la única relación donde la expresión sexual es aprobada y bendecida por Dios."
Ratificación en el Nuevo Testamento
"Yeshua el Mesia reafirma este diseño original al abordar el matrimonio y la sexualidad: Mateo 19:4-6 ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Yeshua señala que el matrimonio entre hombre y mujer es la única relación sexual legítima y diseñada por Dios. Este texto también subraya la permanencia y exclusividad de esta unión."
El divorcio
Contexto de la carta de divorcio en la Torá
"La Ley de Moisés permitía el divorcio bajo ciertas circunstancias: Deuteronomio 24:1-4: Este pasaje permite que un hombre dé "carta de divorcio" a su esposa si encuentra en ella "algo indecente". Sin embargo, este mandato no promovía el divorcio, sino que buscaba regularlo para proteger a las mujeres en una sociedad patriarcal. La frase "algo indecente" fue interpretada de maneras distintas por las escuelas rabínicas de la época: Escuela de Shamai: Sostenía que el divorcio solo era permitido en caso de inmoralidad sexual. Escuela de Hilel: Permitía el divorcio por casi cualquier motivo, incluso algo tan trivial como que la esposa quemara la comida."
Yeshúa sobre el divorcio
"Yeshúa abordó directamente el tema cuando fue cuestionado por los fariseos, quienes buscaban probarlo. Su respuesta se encuentra en Mateo 19:3-9 y Marcos 10:2-12. Los fariseos preguntaron ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? Yeshúa respondió refiriéndose al diseño original de Dios en la creación ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: 'Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne'? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre."Enseñanza clave: el propósito del matrimonio Yeshúa destacó que el matrimonio es un pacto sagrado establecido por Dios desde la creación, una unión que no debe romperse. La intención original de Dios era que el matrimonio fuera permanente y basado en amor, fidelidad y compromiso. Cuando los fariseos mencionaron la "carta de divorcio" de Moisés, Yeshúa aclaró la razón de esa concesión: Mateo 19:7-8 "Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio y repudiarla? Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero al principio no fue así." Por la dureza de vuestro corazón": Moisés permitió el divorcio como una medida de regulación debido a la incapacidad de las personas para vivir según el ideal de Dios. El divorcio no era el deseo de Dios, sino una concesión temporal para evitar mayores injusticias, como el abandono o el abuso hacia las mujeres. Al principio no fue así": Yeshúa enfatizó que el diseño original de Dios para el matrimonio no incluía el divorcio."
"La única excepción para el divorcio: Mateo 19:9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio." La causa de "fornicación" La palabra griega usada aquí es porneia, que puede referirse a inmoralidad sexual, como adulterio, incesto o cualquier otra conducta sexual ilícita. Según Yeshúa, la infidelidad sexual es la única razón legítima para el divorcio. El enfoque de Yeshúa en este tema muestra Su compromiso con la santidad y la restauración del propósito divino en las relaciones humanas. Mientras que algunos buscaban excusas para justificar el divorcio, Yeshúa dirigió la atención hacia la fidelidad, el perdón y el amor que deben caracterizar el matrimonio: Mateo 5:31-32 (Sermón del Monte)También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio."Aunque Yeshúa sostuvo un estándar elevado para el matrimonio, Su mensaje no es de condenación, sino de gracia y restauración. Él llama a todos a arrepentirse y buscar Su guía en todas las áreas de la vida, incluyendo el matrimonio y las relaciones. En situaciones donde ha habido heridas profundas en el matrimonio, Yeshúa enseña la importancia del perdón y la reconciliación, siempre que sea posible. Sin embargo, también reconoce la realidad del pecado y permite el divorcio en casos extremos de inmoralidad sexual."
Incesto
Contexto del diseño original
"Es importante abordar esta pregunta desde una perspectiva bíblica y contextual. En los primeros capítulos de la Biblia, específicamente en Génesis, vemos cómo Dios inicia la humanidad con Adán y Eva, y posteriormente, sus hijos e hijas. A partir de ellos, la población de la Tierra comenzó a multiplicarse. Esto inevitablemente lleva a la pregunta: ¿por qué las relaciones sexuales entre hermanos, primos y otros familiares cercanos fueron permitidas al principio.? Dios creó a Adán y Eva con un código genético perfecto, sin defectos ni enfermedades genéticas. En este estado inicial de perfección, la posibilidad de deformidades genéticas debido a relaciones entre parientes cercanos no era un problema. Esto es clave para entender por qué en los primeros tiempos de la humanidad las relaciones entre hermanos y parientes cercanos eran necesarias y no condenadas. Génesis 5:4 menciona que Adán tuvo hijos e hijas. Por tanto, los matrimonios entre hermanos o familiares cercanos eran inevitables para cumplir el mandato de "fructificad y multiplicaos" (Génesis 1:28). Dios les dio a los primeros humanos el mandato de multiplicarse y llenar la Tierra. En este contexto, las uniones familiares cercanas eran necesarias para el crecimiento de la humanidad. Además, las normas morales y legales que prohibieron estas relaciones no se establecieron hasta mucho más adelante en la historia bíblica. En esta etapa inicial, la humanidad estaba en su comienzo, y el enfoque estaba en establecer una población global bajo el mandato de Dios."
Relaciones incestuosas prohibidas
"Con el tiempo, debido al pecado y su impacto en la creación, el código genético humano comenzó a degradarse. Esto aumentó el riesgo de mutaciones genéticas en los descendientes de relaciones entre familiares cercanos. Por esta razón, Dios estableció leyes que prohíben las relaciones sexuales incestuosas más adelante, durante el tiempo de Moisés: Levítico 18:6-18: Aquí se prohíben las relaciones sexuales entre familiares cercanos, como padres, hijos, hermanos y otros parientes próximos. Levítico 20:17: Específicamente se menciona que si un hombre toma a su hermana, "es abominación". Estas leyes tenían un propósito espiritual (preservar la santidad del pueblo) y físico (proteger la salud genética de las generaciones futuras). En los días de Adán y Eva, no había leyes explícitas contra las relaciones entre familiares cercanos porque no eran necesarias. La humanidad estaba en su inicio, y el código genético era lo suficientemente robusto para evitar problemas genéticos. Para la época de Moisés, cuando la humanidad ya estaba más expandida y la degradación genética había avanzado, estas relaciones ya no eran necesarias ni apropiadas, y Dios las prohibió explícitamente. Desde el principio, Dios actuó de acuerdo a Su propósito y Su carácter. Él permitió estas uniones familiares en los primeros tiempos porque eran necesarias para cumplir Su mandato de poblar la Tierra. Más tarde, cuando ya no eran necesarias y representaban riesgos físicos y espirituales, estableció leyes claras que las prohibían. Esto refleja cómo Dios actúa con sabiduría y según el contexto de Su creación,adaptando Sus instrucciones a las necesidades y condiciones de cada época, pero siempre buscando el bienestar del ser humano. Es crucial entender que las relaciones iniciales entre hermanos y familiares no eran vistas como inmorales porque no existía una prohibición divina en ese momento. La moralidad, según la Biblia, no es una construcción humana, sino que proviene de la voluntad y la ley de Dios. Lo que Dios establece como correcto es lo que define la moralidad. Dios permitió estas uniones al principio por necesidad y por la perfección inicial de Su creación. Sin embargo, con el tiempo y el deterioro causado por el pecado, estableció leyes que protegían la santidad, la salud y el orden de la humanida."
Homosexualismo
Relaciones sexuales entre personas del mismo sexo
Este es, sin duda, un tema altamente controversial en la actualidad, pero es importante abordarlo con claridad y sensibilidad, manteniéndose fiel a lo que la Biblia enseña. En las Escrituras, las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo se describen como contrarias al diseño original de Dios para la humanidad, el cual fue establecido desde la creación. La Biblia aborda específicamente las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo en varios pasajes: Levítico 18:22: No te echarás con varón como con mujer; es abominación. Levítico 20:13: Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; su sangre será sobre ellos. Estos textos forman parte de las leyes de santidad dadas a Israel, que buscan reflejar la santidad de Dios en las relaciones humanas. Aunque algunas leyes ceremoniales del Antiguo Testamento ya no son aplicables bajo el Nuevo Pacto, los principios morales permanecen: Romanos 1:26-27: Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Pablo describe estas prácticas como un resultado del rechazo de la humanidad a Dios, llevando a una distorsión de Su diseño: 1 Corintios 6:9-10: ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones... 1 Timoteo 1:9-10: Pablo incluye los que se echan con varones en la lista de prácticas contrarias a la ley de Dios. En la época de la Biblia, las relaciones homosexuales estaban presentes en varias culturas. En el mundo grecorromano, por ejemplo, estas prácticas eran comunes y aceptadas en algunos contextos, como en las relaciones entre hombres adultos y jóvenes. Sin embargo, la Biblia se mantiene firme en contrastar estas prácticas con el diseño divino. Es importante destacar que la enseñanza bíblica no está motivada por prejuicios culturales, sino por el deseo de reflejar la santidad de Dios y Su diseño perfecto para las relaciones humanas.
Perspectiva de la gracia y la restauración, Aunque las Escrituras condenan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, también ofrecen esperanza, perdón y restauración a través de Yeshúa (Jesús) para todos los que luchan con el pecado, cualquiera que sea su forma:1 Corintios 6:11: Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. Este pasaje muestra que en la iglesia primitiva había personas que habían vivido en prácticas pecaminosas, pero que habían sido transformadas por la gracia de Dios. El tema de la homosexualidad debe tratarse con amor y compasión, evitando el odio o la discriminación. Al mismo tiempo, los creyentes están llamados a mantenerse firmes en la verdad bíblica. El balance entre amor y verdad es fundamental: Efesios 4:15: Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, el Mesias. Juan 8:11: Yeshúa mostró compasión hacia los pecadores, pero también los llamó al arrepentimiento: "Vete, y no peques más." La Biblia enseña que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo son contrarias al diseño de Dios, pero también ofrece esperanza y redención a todos los que buscan reconciliarse con Él. La iglesia debe ser un lugar donde se proclame la verdad bíblica con amor, y donde las personas puedan encontrar la gracia transformadora de Dios.
Prostitución
Prostitución y Explotación Sexual en la Biblia
La Biblia condena tanto la prostitución sexual, considerándolas una grave violación de la dignidad humana, la pureza sexual y el diseño de Dios para las relaciones humanas. Ambos conceptos están conectados con el pecado de tratar el cuerpo, creado a imagen de Dios, como un objeto comercial o de abuso. La prostitución, definida como la venta o el intercambio de actos sexuales por dinero, bienes o favores, es mencionada en la Biblia como un pecado que degrada tanto a la persona que lo practica como a quienes participan en ello. Deuteronomio 23:17-18: No haya ramera entre las hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel. No traerás la paga de una ramera ni el precio de un perro a la casa de el Eterno tu Dios por ningún voto; porque abominación es al Eterno tu Dios. Este pasaje prohíbe tanto la práctica de la prostitución como el uso de su ganancia en actos de culto, lo que enfatiza la impureza asociada con esta práctica.
La explotación sexual, que incluye cualquier forma de abuso sexual o la trata de personas con fines de prostitución, es una violación directa de la dignidad humana. La Biblia enseña que cada persona es creada a imagen de Dios y debe ser tratada con respeto y honor. 1 Corintios 6:18-20: Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. La explotación sexual degrada al ser humano, utilizando el cuerpo, que es templo del Espíritu Santo, como un objeto de comercio o abuso. La trata de personas y la explotación sexual son actos que se asemejan a la esclavitud, la cual es condenada en la Biblia como una violación de la justicia y la misericordia: Amós 2:6-7: Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque vendieron por dinero al justo, y al pobre por un par de sandalias. Pisotean en el polvo de la tierra la cabeza de los pobres, y tuercen el camino de los humildes.
Redención para quienes han caído en prostitución o explotación
A pesar de condenar la prostitución y la explotación, la Biblia también proclama esperanza y redención para quienes han sido víctimas de estas prácticas o quienes han participado en ellas. Dios ofrece perdón, sanidad y restauración. Rahab, una prostituta de Jericó, fue redimida por su fe en Dios y llegó a formar parte de la genealogía de Yeshúa: Josué 2:1-14: Rahab protegió a los espías israelitas y fue incluida entre el pueblo de Dios. Yeshúa mostró compasión hacia las mujeres marginadas por su pasado sexual. En vez de condenarlas, ofreció perdón y una nueva vida: Juan 8:11 (La mujer sorprendida en adulterio) Ni yo te condeno; vete, y no peques más le dijo Yeshua El apóstol Pablo menciona que algunos creyentes en Corinto habían estado involucrados en prácticas sexuales inmorales, pero habían sido transformados por el poder de Dios: 1 Corintios 6:9-11: Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. La prostitución y la explotación sexual son condenadas en la Biblia porque violan la santidad de Dios, la pureza de Su diseño para la sexualidad y la dignidad humana. Sin embargo, Dios ofrece redención, sanidad y restauración a quienes buscan Su gracia. La iglesia debe ser un faro de esperanza para los marginados y una voz contra la injusticia.
Zoofilia
Bestialidad o Zoofilia en la Biblia
La práctica de la bestialidad o zoofilia, es decir, relaciones sexuales entre humanos y animales, está categóricamente condenada en la Biblia. Este acto es presentado como una violación del diseño original de Dios para la sexualidad y la pureza moral, y se considera un pecado abominable. La Ley de Moisés contiene mandamientos específicos que condenan la bestialidad y establecen castigos severos para quienes la practican. Esto refleja la santidad que Dios demanda en Su pueblo y la gravedad de este pecado. Éxodo 22:19: Cualquiera que cohabitare con bestia, morirá. Levítico 18:23:Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él; es perversión. Levítico 20:15-16: Cualquiera que tuviere cópula con bestia, ha de ser muerto; y mataréis a la bestia. Y si una mujer se llegare a algún animal para tener ayuntamiento con él, matarás a la mujer y a la bestia; morirán; su sangre será sobre ellos. Estos textos no solo condenan el acto, sino que también enfatizan que tal práctica corrompe tanto al ser humano como a la creación misma. La bestialidad es condenada por varias razones teológicas y morales Dios creó la sexualidad para expresarse exclusivamente entre un hombre y una mujer dentro del matrimonio. Cualquier uso de la sexualidad fuera de este contexto es una distorsión de Su diseño. Génesis 1:27-28: Dios creó al hombre y a la mujer, y les mandó "fructificad y multiplicaos," dejando claro que la unión sexual tiene un propósito procreativo y relacional exclusivo entre humanos. La Biblia describe la bestialidad como una perversión ("toebah" en hebreo, traducido como "abominación" o "acto detestable"). Este término se usa para prácticas que son contrarias a la santidad y pureza de Dios. Levítico 18:23 la llama específicamente "perversión," indicando que va en contra de la naturaleza creada por Dios. La bestialidad no solo corrompe al ser humano, sino que también degrada a los animales, quienes fueron creados por Dios para ser cuidados y administrados por la humanidad (Génesis 1:26-28). Este pecado viola el mandato de Dios de ejercer dominio responsable sobre la creación. En la ley mosaica, tanto el humano como el animal involucrado en la bestialidad eran ejecutados. Esto muestra la severidad con la que Dios trata este pecado y Su deseo de erradicar toda forma de impureza de Su pueblo. Levítico 20:15-16: La ejecución del animal también simboliza la necesidad de eliminar cualquier evidencia o rastro de la perversión.